viernes, 15 de diciembre de 2006

Holocausto caníbal

Hola!
Después del artículo documental sobre los gafapasta el listón había quedado alto y era dificil pensar qué podría editar a continuación.
Sucede que, cuando crees que has hecho un buen trabajo, es doloroso dar una nueva pincelada. Si fuera un artista de la pintura y hubiera realizado mi obra magna me vería en la obligación moral de cortarme la mano ya que al haber logrado la perfección, posteriormente todo lo demás no tendría valor alguno, siendo siempre de peor calidad.
Sin embargo, como no soy pintor no me la voy a cortar (la mano) porque sería muy gore, y hablando de gore! hoy en visto una de las películas fetiche de este simpático género: Holocausto caníbal.
¿Qué podría añadir yo de una película sobre la que se han escrito ríos de tinta? sencillo: mi valoración.
A continuación presentaré a ficha técnica del film:

Holocausto caníbal
Italia, 1980, director: Ruggero Deodato
Reparto: Robert Kerman, Francesca Ciardi, Perry Pirkanen, Luca Barbareschi,
Salvatore Basile, Ricardo Fuentes, Carl Gabriel Yorke, Paolo Paoloni,
Lionello Pio Di Savoia, Luigina Rocchi

Estamos ante una película que no deja indiferente a nadie. De hecho hubo mucha polémica en su momento y existe mucha leyenda negra a su alrededor que la dota de un cierto misticismo. De esta película he oído decir que algunas escenas grotescamente desagradables eran reales, pero eso es rotundamente falso y quien diga lo contrario es que o no ha visto la peli o es tonto del culo, porque ahí no muere nadie de verdad tan sólo una tortuga (snif! pobre!) y una rata muy rara y fea.

La cosa va de un grupo de corresponsables de guerra que deciden ir a grabar en el culo del mundo a tribus caníbales perdidas. Sin embargo, los susodichos gilipollas no regresan y la cadena de televisión para quien trabajaban deciden enviar una segunda expedición en su búsqueda o por lo menos para recuperar las grabaciones. Para eso contratan a un profesor de antropología que se internará en la selva con una especie de grupo paramilitar que ha capturado a un salvaje bastante guarro y al que piensan utilizar de guía para que les lleve a su poblado, cosa que hará.

Una vez encontrada la tribu, se sorprenden de que aunque sean una civilización bastante primitiva - viven como la gente del neolítico - y al principio se muestren recelosos y asustados, son más o menos afables cuando se les demuestra que van en son de paz, sobretodo si se tiene en cuenta que son comedores de carne humana. El profesor se percata que uno de esa peña selvática lleva un mechero o un colgante propiedad de uno de los exploradores e intentará descubrir qué ha sido de ellos.

Después de entablar amistad con los salvajes, éstos le cuentan que existe otro grupo tribal más chungo de los que son rivales y que puede que ellos sepan más a cerca del primer grupo de exploración. Dicho y hecho, el profesor y su grupo se ponen en camino y al cabo de unos días los encontrarán. Al principio los caníbales chungos se mostrarán muy asustados y desconfiados, pero no hostiles con ellos. Parece que los hombres blancos les han puteado en el pasado. El profesor decide despelotarse y bañarse en el río para que los salvajes vean que sin ropa es como ellos, lo que dará resultado ya que un grupo de mujeres jóvenes vienen a bañarse con él. La cosa podría haber terminado en una orgía de sexo salvaje de no ser por la notoria homosexualidad del respetado profesor, a los hechos me remito.En fin, que después de juguetear un poco con las jovencitas en el aguita y corretear detrás de ellas, nuestro protagonista descubre los restos óseos de los exploradores y se pregunta cómo es posible que esa gente que en realidad es bastante pacífica se los haya cargado y papeado.

Al ir a charlar y entablar amistad con los indígenas descubre los rollos de cinta y se los lleva a Nueva York para que los reproduzcan, pero al visionarlos se dará cuenta de la oscura verdad y de las barbaries cometidas por los primeros exploradores en pro de un buen reportaje.

La película está bien aunque me la esperaba mejor. Quizás después de oir tanto hablar de ella esperaba encontrarme ante un festival de la violencia sin límites y descarnadas imagenes, pero aunque la parte final no decepcionará a los amantes del buen gore (¿existe?) podría ser mejor, aunque hay que ser justos y considerar que se trata de una película muy antígua (leches! tiene casi tantos años como yo!) y que no busca que el espectador se parta de risa.

En realidad el film tiene su mensaje: las cosas no son siempre lo que parecen. Además, también se critica a las televisiones para las que todo vale con tal de ganar audiencia.

En fin, ver Holocausto caníbal se había convertido en una asignatura pendiente para mí. Ya puedo dormir tranquilo.

Hasta otra!

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