jueves, 22 de febrero de 2007

Injusticia animada

La mayoría de nosotros ha crecido con series tan memorables como Bola de drac, Mazinguer Z, Oliver y Benji, etc.
Los dibujos animados forman parte de nuestra vida y de nuestros más tiernos recuerdos de la infancia y muchos mataríamos cual hereje al guapo que se atreviera a criticar a los héroes de nuestra niñez, pero eran tan maravillosos como el tiempo y la beatificación de sus figuras nos hace creer? pues no! en realidad nuestros dibujos favoritos estaban llenos de injusticias.

Quién no recuerda Oliver y Benji? esa maravillosa serie de fútbol que alucinó a una generación entera. Las paranoias aéreas de nuestro protagonista y su sueño de ser un jugador profesional conocido mundialmente nos mantenía pegados ante la televisión episodio tras episodio, pero... eran buenos los valores que predicaba la serie? Algunos dirán: "sí! el espirítu de superación, de sacrificio y de trabajo en equipo eran constantes", pero... es eso cierto?

Todo el mundo conoce Mark Lenders, el rival por excelencia de Oliver Áton. Mark es un chico humilde y huérfano de padre que tenía que trabajar y estudiar para ayudar a su madre a pagar las facturas - ya que su pensión de viuda no debía ser muy alta, lo que dice muy poco a favor de los servicios sociales del país del sol naciente- y mantener a sus tres hermanos pequeños. Por mucho que se esforzaba, Mark nunca superaba a Oliver, un crío cuyo nivel social medio-alto y su condición de mimado hijo único le permitían vivir apaciblemente y sin más preocupaciones que estudiar y jugar al fútbol, pero Mark era diferente.

¿Por qué si Lenders tenía más motivos para ser un gran futbolista siempre estaba en un segundo plano? Porque Oliver tenía un talento innato, dirán algunos, pero ese argumento no es válido ya que se da otro caso idéntico en la serie: el de Benji y Ed Warner.


Benji era como Oliver pero con muchísima más pasta ya que vivía en una lujosa mansión. Benji, al que no le faltaba de nada, podría haber sido abogado o economista y hubiera ocupado un cargo directivo en la empresa de su papi, pero no! se encaprichó de ser un portero de fama mundial y para ello sus acaudalados progenitores le envian a tierras alemanas para formarse como una estrella y probablemente robarle el puesto al vejestorio de Oliver Kant.

Por otra parte tenemos a Ed Warner, un chico algo más humilde que Mark pero con menos responsabilidades. Más allá de su apariencia descuidada y con cierto aire marginal por sus greñas a lo gitanako (ojo! a mi me encanta este personaje) y su gorra que le cubre casi hasta los ojos, Ed es un chico esforzado, virtuoso y gran deportista ya que además de portero es un excelente karateka en busca de perfeccionar sus artes. Sin embargo, y pese a sus grandes habilidades no es capaz de superar las de Benji, un portero que no tiene nada de excepcional pero con una flor en el culo para detener los disparos más certeros.

Ambos casos son calcados, coincidencia? si fuera mal pensado creería que el auténtico mensaje de la serie es: Tú, puto muerto de hambre, por mucho que te esfuerzes nunca serás nada y jamás estarás al mismo nivel que los niños ricos. Era el creador de la serie un racista post-moderno? ¿creía en la diferencia de clases o Darwinismo social y por tanto ofrecía un mensaje segregador?

Además, está la arrogancia del Oliver que al ganar el campeonato también se le concede la beca de estudios del instituto Toho como premio al mejor jugador del torneo y por la que Lenders suspiraba (hasta tal punto que la posibilidad de perderla le produce pesadillas) ya que suponía un mejor porvenir para él y lo suyos, pero como Áton va de sobrado, la rechaza y se la "regala" a Mark: "tómala pobretón, tú la necesitas más que yo"


Personalmente opino que tanto Mark como Ed tienen muchísimo más carisma que los dos repelentes protagonistas de la serie.


De todos modos, no hay que tomarse la historia tan en serio y disfrutar simplemente de la trama, no sea que termines viviéndolo como este friki:





















Bueno, ahí queda eso XD

domingo, 18 de febrero de 2007

Verdades incomodas para un gafapasta.

Estas son las verdades que ningún gafapasta quiere escuchar y mucho menos aceptar:

1- Para los chicos: llevar esas gafas de pasta de montura extra gordas no te hace más 'Cool', más bien pareces el hermano horteras de Clark Ken.










Para las chicas: con esas gafas pareces la niña repelente de Scooby Doo.















2- El grito de Munch está más sobado que los bajos de Sylvia Saint y es el típico cuadro al que recurren los que quieren ir de intelectuales cuando se les pregunta sobre sus gustos artísticos.



3- El FNAC no lo hicieron pensando en ti, hay mucha más gente que compra y tiene la tarjeta de socio por mucho que te horrorize la idea.

4- Marx no te hace comunista si lo lees mientras tomas un café en un starbucks, te gastas en ropa trescientos euros, vas flipando de ipod y tus papis te pagan tus viajes al extranjero y la carrera.


5- Tus grupos favoritos no viven del aire, también son comerciales y buscan ganar mucha pasta con su trabajo, lo cual es lógico y normal.


6- Moby, Los planetas, Björk (sí, esa histerica y cocainómana cantante nórdica) son lo puto peor y lo sabes.


7- Basta de mentiras, ese flequillo te queda de puta pena y no ves una mierda con él... y lo sabes.


8- Los demás también piensan y tienen sentimientos.



9- No vengas con cuentos, cuando termines tu carrera de Filología, Historia del arte, Psicología o Filosofía ocuparás un puesto directivo en la empresa de tu papi.


10- No sabes dibujar, un crío de tres años tiene más talento artístico que tú.


11- Isabel Coixet aburre hasta las piedras y es una pedante y una antipática.


12- Aunque odies reconocerlo el cine iraní es más aburrido que las tertulias de cine de barrio.













13- Tus peores pesadillas son: 1º- ir por la calle y encontrarte alguien que lleva la misma camiseta que tú; 2º - Estar en el FIB y que todo el mundo lleve la misma camiseta menos tú.


14- Ver películas como 'Amelie' y emocionarte con la inocencia de la protagonista no sirve de nada si siempre eres una borde, una histérica y sueles creerte mejor que los demás.


15- Por mucha rabia que te de la gente a la que sueles despreciar por tildarla de ignorante con gustos comerciales y que no se come tanto el tarro suele ser mucho más feliz que tú.